3. Valoración ecográfica de los genitales internos

3.1. Ampollas del conducto deferente

Este examen se efectúa con la sonda en localización intrarrectal. Después de evacuar la materia fecal del recto se introduce la sonda tratando de crear buen contacto con la mucosa rectal. Primero se realiza una sección longitudinal derecha e izquierda y luego una sección transversal.

Los dos conductos deferentes se ubican craneal y dorsalmente con respecto al cuello de la vejiga (anecogénica), siendo las estructuras más craneales. Tienen una forma tubular y son, en promedio, 10-12 cm de largo y 1,5 cm de ancho. En sección transversal, aparecen como dos pequeñas estructuras hipoecogénicas con una luz anecogénica; es decir, con una ecogenicidad muy similar a la de las glándulas vesiculares pero, sin embargo, con una forma muy distinta (Figura 20).

 

Figura 20. 1: Ampollas del conducto deferente; 2: Glándulas vesiculares; 3: Uretra;

 

3.2. Glándulas vesiculares

Para su exploración ultrasonográfica, primero se realiza una sección longitudinal derecha e izquierda y luego una sección transversal, deslizando la sonda en dirección craneocaudal. Situadas cerca de cada una de las correspondientes ampollas del conducto deferente y con una forma oblonga, las glándulas vesiculares se ramifican cerca del cuello de la vejiga. En condiciones fisiológicas su tamaño es proporcional a la edad del toro (Tabla 1, Figura 21).

Tabla 1. Dimensiones de las glándulas vesiculares en función de la edad del toro

 

Figura 21. 1: Glándula vesicular: 2: Conducto de la glándula

 

Ecográficamente, las glándulas vesiculares tienen una ecogenicidad moderada y homogénea, la misma que la de un cuerpo lúteo compacto.

3.3. Glándulas bulbouretrales

Dada la ubicación muy caudal de las glándulas bulbouretrales, la sonda se debe introducir en el recto a una profundidad coincidente con el largo de la mano (15-20 cm). No son detectables por palpación rectal al estar cubiertas por el músculo bulboesponjoso. A diferencia de otras especies como el caballo y los camélidos, en el toro no son fácilmente identificables ni por ecografía; tienen una forma ovoide o fusiforme con un diámetro medio de 2 cm. Ecográficamente aparecen hipoecogénicas en comparación con el músculo bulboesponjoso (Figura 22).

 

Figura 22. 1: Glándula bulbouretral; 2: Músculo bulboesponjoso

 

3.4. Próstata

El cuerpo de la próstata a diferencia de los camélidos, no está muy desarrollado en el toro. La próstata está formada por un segmento situado difusamente en la pared de la parte pélvica de la uretra (Pars diseminata) y un segundo segmento, ubicado exteriormente a la uretra o cuerpo de la próstata.

Primero se realiza una sección longitudinal, derecha e izquierda y luego una sección transversal, deslizando la sonda en dirección craneocaudal. La próstata se divide anatómicamente en dos partes: el cuerpo y la parte diseminada. El cuerpo se localiza en correspondencia con el cuello de la vejiga y mide aproximadamente 3,4 x 1,5 cm. La parte diseminada es de aproximadamente 12 cm de largo y no se puede detectar por palpación. La próstata, especialmente la parte diseminada, es detectable en la sección longitudinal y transversal de la evaluación de la uretra pélvica. La próstata diseminada aparece, en la sección longitudinal, como una banda ecogénica entre la Pars dorsal del músculo uretral y el tejido cavernoso dorsal de la uretra que tiende a ser hipoecogénico (más oscuro). Normalmente no se describen patologías en esta localización (Figura 23).

Figura 23. Imagen ecográfica de la próstata

 

3.5. Uretra

Primero se realiza una sección longitudinal, derecha e izquierda y luego una sección transversal, deslizando la sonda en dirección craneocaudal.

La uretra pélvica se extiende entre el cuello de la vejiga y una línea horizontal en correspondencia con las tuberosidades isquiáticas. Tiene una longitud de unos 20 cm y un diámetro de aproximadamente 3 cm. Es detectable tanto longitudinal como transversalmente. En esta última sección, se observa el músculo uretral con forma de C que tiende a ser hipoecogénico (más oscuro), con su parte más gruesa colocada ventralmente. Normalmente no se describen patologías en esta localización (Figura 24).

 

Figura 24. Imagen ecográfica de la uretra. 1: Músculo uretral; 2: Uretra; 3: Tejido cavernoso; 4: Próstata diseminata; 5: Conductos deferentes

 

Normalmente, la uretra pélvica no puede observarse ecográficamente, pero aparece como un espacio virtual. Una dilatación de la uretra que aparece en la sección longitudinal como un canal anecogénico puede ser consecuencia de una obstrucción/estenosis uretral, uretritis o de una urolitiasis.

 

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